Cuando uno visita lugares vacacionales se encuentra con muchos tipos de personajes, de flora y de fauna. La gente intenta, cada uno a su manera, disfrutar de estos pocos (o muchos) días de descanso para cargar las pilas y volver al trabajo (o a la incertidumbre) con más fuerza.
Esto está muy bien. Pero, por qué el ser humano es, a veces, tan poco cívico. Tan poco respetuoso con los demás y con el entorno. Tan guarro. ¿Por qué en vez de conchas y algas, en las playas nos encontramos latas de coca-cola y colillas de cigarros?. ¿Por qué queremos dejar huella en el mundo contaminando?
Somos un virus mortal para nuestro entorno y para el resto de personas, y no nos damos cuenta que este pasotismo, esta inconsciencia, esta agresión constante, esta falta de respeto nos perjudica a todos.
Me ha llamado mucho la atención esto en los diferentes lugares en los que he estado este mes de agosto. No es algo nuevo pero, desgraciadamente, es algo que va a más.
Para mi el respeto a los demás es el respeto a mi misma, y el respeto a mi entorno es mi calidad de vida y la del planeta. Ya sé que no estoy descubriendo América con esto que digo, pero me apetecía comentarlo ya que ha sido algo bastante notable para mi estas vacaciones.
Por lo demás, lo he pasado muy bien y he descansado un montón.
Ya estoy preparada para lo que venga. Qué venga pronto, por favor.
Gracias por el respeto.
Imposible estar más de acuerdo contigo:
ResponderEliminarhttp://lepoinconneur.blogspot.com/2009/07/gentuza.html
Encantado de que vuelvas.
Besos.
Más razón que un santo
ResponderEliminarFeliz retorno Carmen, que tengas un otoño estupendo. Que sepas que nos ha encantado saber de ti este verano a través de Twitter. Gracias ;)