martes, 14 de septiembre de 2010

LA NOVELA SENSORIAL






Cuando una persona querida hace algo con lo que se expone a nivel artístico siempre tenemos el deseo de que nos agrade, de que vaya a buen puerto, de poder comentar con la vehemencia y el entusiasmo de un niño que ha descubierto algo por primera vez lo mucho que nos ha gustado.

Cuando una persona querida escribe una novela, deseamos que cada palabra, cada renglón, cada coma nos conmueva, nos divierta, nos haga no querer despegar los ojos ni el corazón de esas páginas.

Cuando una persona querida describe con tanto detalle, con tanta honestidad y con tanto corazón un lugar, una situación, un personaje hace que leer se convierta en un viaje sensorial. Como el que viendo  un cuadro de Turner es capaz de imaginarse y sentir los gritos de terror de los marineros naufragando en un mar bravo.

Esta novela es ese viaje sensorial, hace que vivas la historia de su personaje como propia, que te sientas tan identificado que llegas a creer que eres como Antonia o incluso te veas en cualquiera de las situaciones descritas.

Eso es lo que me ha pasado a mi con la novela de Elvira Lindo. Es tan cercana, tan reconocible que me he sorprendido a mi misma emocionándome, riendo e incluso enfadándome mientras leía.

He sentido la angustia por la espera de una llamada que de antemano sabes que va a hacerte daño.

He sentido la ternura del abrazo de un hijo que se queda dormido en los brazos de la madre bailando al son de Pinocho.

He sentido el olor de las mujeres de pueblo, el olor a tabaco de los bares, la socarronería de un padre que presume a su manera de su hija delante de un camarero, la añoranza a una madre, las reminiscencias del pasado, la incertidumbre del futuro.

Todo esto es posible gracias a la generosidad de su autora que en este libro ha puesto toda la carne, su carne, en el asador para llegar a nosotros. 
Y en mi lo ha conseguido. Ha llegado a lo profundo de mi corazón y ha despertado mis sentidos.

Leer esta novela me ha hecho sentirme muy orgullosa de conocer a su autora. Ha hecho que me sienta muy afortunada de que ella me considere una más de sus amistades.

Gracias Elvira. 
Eres el "alivio cómico" de nuestras vidas. 
Eres un regalo para el alma.
Gracias.

4 comentarios:

  1. Me habia propuesto no comentar por no ser la mosca de todas las pomadas pero no me puedo resistir a esta reseña tan extraordinaria del libro que estoy leyendo con autentico fervor: "lo que me queda por vivir" de Elvira Lindo". Suscribo palabra por palabra todo lo que dices sobre él, la manera en la que dejas traslucir lo mucho que te ha llegado este libro (igual que me está llegando a mi) y lo afortunada que te sientes por contar con su amistad. No me extraña, Elvira es sin duda una persona extraordinaria; para mi también es un regalo para el alma y un "alibio cómico" ,lo mismo que tu muchas veces. Gracias a las dos.

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  2. Estaba esperando esta reseña como agua de mayo. Aún no he podido hacerme con un ejemplar, pero estoy convencida de que no voy a poder estar más de acuerdo contigo en todo, todito, todo...

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  3. Carmen, si el libro -que aún no he leído- es tan bueno como tu texto, romperá récords.

    MUAS.

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  4. Carmérula, qué ganas de leerla después de leerte a ti!

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